lunes, 11 de diciembre de 2006

Once

Once.

Sí, es un número, pero ¿qué hay siempre detrás de un número? Un número en nuestras vidas nos dicen dinero, nos dicen notas, nos recuerdan en qué fecha nació tu madre, o en qué año murió tu abuelo.

Mi semana comienza así, con un número; obvio, hoy es "11", por algo se debe empezar el calendario en tu agenda, pero que cruel es cuando tomas aquel calendario y de la nada le empiezas a arrancar las hojas y comienzas a ver como tu agenda retrocede en el tiempo día a día y mes a mes. Ves como todo un año ya ha pasado por tu cuerpo, año lleno de nuevas cosas y desafíos, año quizás con nuevos amigos y porque no, nuevos amores. Ves como ha pasado el año y... ¡valla! se te fue volando, sin embargo, tienes ese "peso" de hace un par de meses, que aún no lo liberas porque sencillamente aquel día en que decidiste cargar la mochila, se te repite mes a mes, todos los meses tienes que decir: "hoy es once"; y es ahí cuando recuerdas lo vivido y gana la melancolía, la extrañeza y la necesidad de volver en el tiempo, cuando la mochila era tan deseada de ser cargada.

Mañana es otro día, lo sé; pero también sé que mañana, será más que hoy.

[viviendo en un futuro de minutos]

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