miércoles, 11 de abril de 2007

Hado

Es así, es inevitable, infranqueable, insoslayable, intangible... inmenso y eterno. Es así, nada se puede hacer contra ésto, ahí está, tan sólo, tan calmado pero increíblemente inquieto, arrastrandose por grietas avejentadas por el tiempo, haciendolas cada vez más profundas y seguras, nadando por charcos de aguas eternas que sacian la sed del desierto, volando por cielos infinitos que cubren el diario sentir, que como se quiera, llegan al mismo lugar. Lugar descubierto hace un año, lugar parecido al paraíso, que con increíbles adornos vegetativos, una fauna impresionante y colores despampanantes, deslumbran a cualquiera que sea capaz de ver este sueño, sentirlo dentro, cerrar los ojos y poder olfatear el aroma del latir, poder escuchar la llamada del Hado.

Es un año, increíble... sencillamente no existe explicación descriptiva para tal. Las palabras al albur son lo precizo, lo que nos enseña a captar lo pragmático, lo que busca las consecuencias prácticas del pensamiento y pone el criterio de verdad en su eficacia y valor para la vida. Vida que desde ese entonces, es el todo, lo absoluto.

Siento que debo luchar, "lo haré" sin discución alguna, tengo toda una vida por delante, llena de obstáculos, dificultades y pendientes, total, la respuesta es un NO, no se puede saber que pasa al final del camino a cuadros que parece infinito, es como la teoría económica de quien produce a cierto costo, y otro a uno un poco más alto, en la línea del tiempo sus producciones se encontrarán, encontrando el equilibrio natural. Ahí estaré yo, en ese punto, para satisfacer cada necesidad, para alegrar cada tristeza que aflore, para servir a la reina que merece el trono ya ganado en un día como hoy, para que éste servidor, un vil peón, sacrifique su vida entera por la dueña del tablero.

Así es el juego. Así es el Hado,
así es la fuerza desconocida que obra irresistiblemente sobre los hombres y los sucesos.

[Más que ayer]


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